El dichoso Unity

De un tiempo a esta parte está bastante de moda el debate sobre la nueva (ahora ya no tan nueva) interfaz sobre gnome que implementaron desde Canonical. Una búsqueda por Internet puede enseñarnos miles de opiniones, proliferando sobre todo las más radicales.
Podemos encontrar desde la versión Canonical es más Linux que el propio Linux Torvalds y el resto no tenéis ni idea hasta la versión Unity es una porquería y antes dejo de usar Linux que usar dicha interfaz.

Mi opinión personal es que ni tantos, ni tan calvos. Como todo cambio (y cambio radical, admitámoslo) la primera apariencia de Unity, supuso para mi un rechazo instantáneo. Pero dándole un tiempo razonable, llega uno a acostumbrarse a él sin problemas. De hecho Unity es, en un nivel superficial, bastante similar a la idea de Windows 7, en el aspecto que se usa un mismo icono tanto como acceso directo (lo que solia ser la barra de inicio rápido) como indicar de aplicacion abierta en la barra de tareas. Pero con paciencia, y el uso de aplicaciones y/o trucos para personalizar la apariencia (léase MyUnity) conseguí darle un aire con el que encontrarme un poco más cómodo.

Ahora bien con el paso del tiempo, la interfaz de Unity acaba por hacerse pesada, el lanzamiento del Dash tarda siglos en usarse (hasta el punto de que resulta más rápido instalar cosas como el Classic Menu Indicator para lanzar una aplicación) Así pues, se buscan soluciones alternativas como Cinnamon o similares, pero a mí me resultaron tan poco atractivas como el inicio de Unity, sobre todo por su falta de personalización en comparación con Gnome2.

Y he de decir que ahora soy parte de los muchos usuarios de Ubuntu (para uso en el escritorio) que se han exiliado hacia Linux Mint (en su versión Debian Edition).

No obstante en gustos pintan colores, por lo que os sugiero es que si en un principio Unity no os gustó, dejadlo un tiempo dadle una oportunidad e igual el aspecto estético acabe por no disgustaros tanto (después de retocar un par de cosas). Otra cosa es en el aspecto del rendimiento, donde creo que desde Canonical deberían trabajar bastante, a no ser que quieran que su distribución sea exclusiva (tal y como pasa con cada nueva versión de Windows) de los equipos más modernos.

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